¡Seguimos dando vueltas por Nueva York! Si te perdiste las dos primeras partes, aquí las tienes: PARTE I, PARTEII.

Hoy vamos a cruzar cuatro barrios muy característicos de la ciudad. Vamos a empezar cruzando una drástica frontera: Tribeca, tranquila, cuidada y moderna; Chinatown, caótica, ruidosa y bulliciosa. Todo eso con sólo cruzar Broadway. Aquí hay millones de sitios para comer, los recomendados por varios de mis amigos os lo apunto, aunque algunos de ellos están un poco alejados de la ruta planificada, pero podríais verlos si os apetece… En esta ruta, vamos a necesitar más el mapa, porque vamos a dar ciertos rodeos por tres barrios que están muy juntos y leído como está en este artículo puede ser un poco lioso, pero si tenemos delante el Google Maps o estamos in situ en la ciudad, todo es muchísimo más claro. Aún así, creo que lo mejor que se puede hacer con este post es señalar los puntos claves de la ruta y ya visitarlos a vuestro antojo. Vamos, digo yo.

Comenzaremos adentrándonos en Tribeca, caminando por Canal Street hacia el Oeste. Vamos a coger el metro hasta la parada de Canal St que sale a Broadway. Aquí llega la línea N, que fue la que yo cogí.

Al llegar a Broadway, giramos a la izquierda y seguimos al Sur (bajando) hasta Franklin Street, pasando por Walker St (la primera bocacalle a la izquierda según nuestro avance), White St y una tienda de Harley-Davidson. Una pasada esta tienda. Algo cara, pero merece la pena entrar y echarle un vistazo. Incluso ojear el taller de la planta inferior, que se puede ver desde arriba, en la tienda. En esta esquina nos encontramos con el restaurante Layla, propiedad de Robert De Niro. Hay varios por la zona.
Ahora giramos a la derecha, al Oeste, por Franklin St, para encontrarnos en la esquina de Hudson Street con el segundo restaurante de De Niro, el Nobu. Habremos cruzado el Finn Square y habremos tardado unos cinco minutos en llegar hasta aquí. Continuamos en este sentido por Franklin St. hasta Greenwich Street, donde se encuentra la productora de cine y el tercer restaurante de Robert De Niro, el Tribeca Grill. No, no soy el representante de Robert de Niro ni accionista de sus restaurantes, pero me pasaron una pequeña guía de restaurantes y qué menos que avisarlo, ¿no?

Durante el trayecto por Franklin Street habrás podido observar los típicos edificios de ladrillo rojo que un día fueron almacenes y hoy son carísimos apartamentos.

Bajaremos por Greenwich Street a la izquierda desde donde veníamos, hacia el Sur, hasta Duane Street, la tercera bocacalle que nos encontraremos a la izquierda, donde nos topamos a nuestra derecha con un parque que en otros tiempos fue un mercado de alimentos, el Washington Market Park. Seguiremos por Duane Street, justo antes de llegar al parque.

En el cruce con Hudson Street tenemos el pequeño Duane Park, que es el segundo parque público más antiguo de la ciudad. Girando a la izquierda, en Thomas Street, tenemos el Western Union Building, un edificio de estilo Art Deco de ladrillo marrón. En la fachada del edificio se puede ver un pequeño “escaparate-museo” bastante curioso, con cartas antiguas y una bicicleta típica del repartidor de la Western Union. Disfruta en este barrio de los impresionantes grafitis que hay en muchas fachadas, auténticas obras de arte.

Por Thomas St. llegaremos a West Broadway para seguir hacia el Norte hasta Canal Street. Cruzaremos un parquecito, el Tribeca Park. Si miras hacia atrás podrás ver un enorme rascacielo que destaca sobre los edificios de la zona y del que salen balcones de forma asimétrica. Está muy chulo. También, al fondo, se puede ver el “nuevo” World Trade Center.



Después giraremos a la derecha para adentrarnos, a partir de Broadway, en Chinatown.
Chinatown es un barrio para hacer compras, sobre todo, de artículos de imitación. La principal calle de estas tiendas es, precisamente, Canal Street. Tómate tu tiempo para realizar las compras. No compres en la primera tienda que entres y regatea siempre. Aceptan la mayoría de las veces y, además, suelen tener precios altos porque saben que van a tener que rebajar.  Las tiendas llegan hasta el cruce con Bowery en el que se encuentra la Confucius Plaza y el gran arco que da paso al Manhattan Bridge. 6 calles perpendiculares a la que íbamos. Pero nosotros nos quedaremos en Mott Street.
En esta calle, giramos a la derecha, y entre Canal St. y Bayard St., encontraremos el templo budista Eastern States Buddhist of America con cien budas dorados. La verdad es que a mí me dio cosilla entrar en plan “guiri” y sólo nos quedamos mirando desde la puerta. Es muy pequeño, no esperes una catedral budista ni nada parecido, es casi una tiendecita más.

 Ahora retrocederemos y cruzaremos la Canal Street para seguir Mott Street hasta Grand Street, para atravesar por los mercados de carnicerías, pescaderías, fruterías y alimentación en general. Todos los productos se encuentran a la vista y al aire libre, y el olor en los días calurosos puede ser intenso. Caminar por estas calles hace sentirse a uno estar realmente en una ciudad oriental. Bueno, eso y los miles de chinas que se te acercan en tono cómico-delictivo ofreciéndote “bags,bags,watches…” de imitación. Muy buenas imitaciones, eso sí.
Al llegar a Grand Street nos encontraremos ya en Little Italy, un barrio del que queda muy poco y en el que su único interés son sus restaurantes y cafeterías. Su calle principal es Mulberry (que es una mezcla entre General Merry y Molviedro -broma local-), la primera girando a la izquierda por donde veníamos.
Girando a la izquierda de nuevo, como si quisiéramos volver atrás, pero por Mulberry, se encuentra el restaurante Umberto’s Clam House, lugar en el que fue asesinado el mafioso Joey Gallo en 1972 y la tienda en la que SIEMPRE ES NAVIDAD. Siempre es Navidad, pero también es cara. Y supongo que siempre también.

Más al Norte, subiendo Molviedro otra vez p’arriba, a unos 10 ó 15 minutos, en el cruce con Prince St., se encuentra la Old St. Patrick's Cathedral, que antiguamente fue la iglesia católica más importante de la ciudad. Antes, girando en Spring Street, está el restaurante italiano Lombardi’s (32 de Spring Street), la primera pizzería de América. 

Y más o menos por la zona está el Café Habana, justo pasando la Catedral hacia el este, por la calle Prince St, esquina con Elizabeth St., tirando hacia Bowey. A este restaurante fui yo y está estupendo. Hay sándwiches (aunque se asemeja más a “tacos” mejicanos, pero de montón de sabores y rellenos), la típica mazorca de maíz (que es lo que más se pide ahí), y un montón de porquerías ricas de las que le gustan a todo el mundo. Sí, hay muchísima variedad.
También subiendo Prince Street, metiéndonos en el Soho, tenemos Vesubio (160 de Prince Street entre Thompson Street y West Broadway), una tienda de bocadillos muy bien considerada. A esta también fui. Ponen unos sándwiches espectaculares, que se pueden pedir por mitades o enteros. También tienen “cookies” enormes y riquísimas. Hay ensaladas que puedes pedir a tu gusto, allí mismo te lo preparan. No hay sitio para sentarse, sólo es para llevar.
Recomiendo comer en cualquiera de estos sitios que he dicho, es lo mejor del barrio, su gastronomía. Yo fui al Vesubio para comer (un sándwich buenísimo de Pesto, tomate y pomodoro), con una cookie de postre. Mi novia pidió un sándwich en un Dean&Deluca que había por la zona (es una tienda que en su interior tiene como un mercado con muchísima variedad de productos -sushi, pasteles, carnes, salsas, quesos, ensaladas, sándwiches…-).

Retomamos la ruta. Vamos a meternos en el SoHo. Volviendo a la catedral de San Patricio, cogiendo hacia el norte, o sea, subiendo a la parada de metro y girando en Broadway, nos metemos por ésta última y vemos un Victoria Secret Pink, Mango, Converse, Clarks y AT&T (la última ya haciendo esquina con Spring St) conforme vamos bajando. En el cruce de antes, de Prince St. Con Broadway, se encuentra el edificio rojo del Guggenheim SOHO y también otro edificio emblemático de este barrio, el Little Singer Building, antaño, sede de la compañía de máquinas de coser Singer. Como es lógico, ya hemos entrado en el prestigioso barrio instagramero. Lo llamo así porque por cada esquina ves una modelo haciéndose fotitos para subirlas a Instagram, o ves a un bloguero haciéndose un vídeo comentando las novedades de moda… sí, no exagero, ni pagué para que aparecieran como figurantes, es un barrio muy chic, si queréis llamarlo así.
El Guggeheim Soho, en sus plantas baja e inferior, alberga la minimalista boutique de Prada. Si los precios te parecen desorbitados, prueba con Miu Miu, la línea básica de Prada, que es igual de cara, pero te ponen mejor cara si no vas vestido como debes en esos sitios. Realmente está entre Mercer St. y Greene St.
Continuamos por Greene Street, girando a la izquierda por donde veníamos. Esta calle es el mejor exponente de edificios construidos con hierro colado, conocidos como Cast Iron Building. Las columnas de estos edificios imitan la piedra casi a la perfección, pero la ayuda de un imán te sacará de toda duda.
Si la moda de Prada te ha parecido muy lanzada, pásate por la tienda de Louis Vuitton, entre las calles Prince y Spring. Cuando yo fui estaban cambiando el escaparate y aquello era poco menos que la restauración de la capilla Sixtina… Vamos hasta Spring, giramos a la izquierda (veremos una tienda ADIDAS) y bajamos por Broadway hasta el cruce con Broome, donde se encuentra el edificio más famoso del SOHO, el Haughwout Building, el primero en ser instalado un ascensor Otis. 
Enfrente hay una tienda de Nike y, al girar la esquina, una tienda Adidas. Ambas son espectaculares.

Lo que estamos haciendo en esta ruta es un rodeo a manzanas muy recalcables por sus “tiendecitas”.
Volviendo de nuevo a Spring Street y girando a la derecha para “bajarla”, encontraremos casi haciendo esquina con Crosby St., el restaurante de moda Balthazar. Más al Norte, casi en el cruce de Broadway con Prince St., a su izquierda. El SOHO ha dejado de ser la meca del arte y muchas galerías se han trasladado al barrio de Chelsea. De todas formas, todavía existen exposiciones en Wooster Street, West Broadway y Prince Street. Yo no fui a ninguna, todo hay que decirlo, pero lo vimos anunciado.
El artículo continuaba, porque la ruta seguía, pero viendo que queda demasiado extenso, mejor lo acorto y publico próximamente un nuevo trozo de la ruta.


Bueno, esta ruta puede que haya sido un poco más tediosa, principalmente porque hemos tenido que tirar mucho del mapa. Pero os aseguro que una vez allí, todo es mucho más sencillo. Más que nada porque cuando vas de tienda en tienda, al final hacer una ruta totalmente aleatoria y terminas por coger las calles tres veces en distintos sentidos...

Espero que continueis visitando el blog, durante esta semana tendremos el último paseillo por Nueva York: el MoMA, Central Park, la Milla de los Museos...

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