A una Sevilla pecaminosa, de finales del siglo XVI, donde la codicia y el querer embarcarse a las Indias para triunfar y conseguir la gloria a toda costa, llega Santa Teresa de Jesús, que tiene la difícil misión de fundar un convento.

Cuando consigue alojarse en Sevilla, la ciudad más importante de la época, a Santa Teresa tampoco es que le sea mucho más fácil su estancia, pero su inteligencia, su humor y su perseverancia, hacen que la Santa sea recordada para la posteridad y, aunque Sevilla nunca fuera de su agrado, se le recordará con el convento de San José del Carmen, en pleno barrio de Santa Cruz, el único convento que funda en nuestra ciudad.

Engranajes culturales, de los que ya hemos hablado alguna vez en el blog, nos pasea por la Sevilla del siglo XVI, la Sevilla que se encuentra Santa Teresa.
 Nos presenta las vicisitudes y controversias que tuvo que afrontar a su llegada a nuestra ciudad. Y no fueron pocas. Una ruta teatralizada donde conoceremos a Santa Teresa y sus inquietudes personales.

Aconsejo esta visita, además de por la magnífica interpretación de la actriz que encarna a Santa Teresa y de nuestro guía (Sergio Raya), porque el convento es poco conocido por los sevillanos y contiene en su interior auntenticas maravillas del barroco sevillano.

Por ejemplo: el retablo mayor es obra de Jerónimo Velázquez. Se encuentra presidido en su hornacina por una imagen de la “Inmaculada” realizada por Juan de Mesa y flanqueada por “San Juan de la Cruz” y “Santa Teresa de Jesús”. Sobre el ático “San José con el Niño” realizada también por Juan de Mesa.

También en el interior del convento, podremos encontrar la verdadera imagen de “Santa Teresa de Jesús” realizada por Fray Juan de la Miseria, que no le pareció digno a la Santa, y el texto biográfico de “Las Moradas” obra clave del siglo de oro español.

Como dato curioso les comento que, cada 15 de octubre se celebra el día de “Santa Teresa de Jesús” y se abren las puertas de la iglesia, durante toda la mañana.

Espero que puedan realizar la visita, porque merece la pena conocer el convento de la mano de Engranajes Culturales.